Comisión bilateral de las delegaciones de la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones con el Judaísmo y del Gran Rabinato de Israel para las relaciones con la Iglesia católica, celebrada en Jerusalem del 26 al 28 de junio de 2005
(19-21 Sivan 5765).
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I. La tarde inaugural fue abierta por el rabino jefe de Israel, Shlomo Moshe Amar, Rishon L’Zion, quien expresó su ferviente apoyo al diálogo, subrayando los profundos valores compartidos por las dos tradiciones, sin ignorar la distinción que hacen de nosotros diferentes comunidades de fe. El objetivo del diálogo es sobre todo promover los principios de la santidad y de la dignidad de todo ser humano, y mejorar con este objetivo nuestra colaboración.
Los jefes de las respectivas delegaciones, el rabino jefe Shear Yashuv Cohen y el cardenal Jorge Mejía, en sus discursos de bienvenida expresaron su gran satisfacción y la profunda comprensión y amistad que se ha desarrollado a través de estos encuentros.
II. Al inicio de las sesiones de trabajo, dado que era la primera reunión tras el fallecimiento del Papa Juan Pablo II, de feliz memoria, los presentes recordaron de manera especial su histórica contribución a la reconciliación entre católicos y judíos, y el hecho de que esta Comisión bilateral fue fruto de su iniciativa. Además, el cardenal Mejía subrayó la significativa referencia al precedente rabino jefe de Roma, contenida en el testamento de Juan Pablo II. Se expresó aprecio por el compromiso manifestado por su sucesor, Benedicto XVI, para seguir promoviendo estas relaciones bilaterales.
III. El tema de esta quinta reunión fue: «Las relaciones entre autoridad religiosa y civil en las tradiciones judía y cristiana». A partir de la visión bíblica de las distintas funciones del rey, del profeta y del sacerdote, y de sus respectivas relaciones con el pueblo de Dios, se señalaron estos puntos centrales:
1) Los valores religiosos son de vital importancia para el bienestar del individuo y de la sociedad;
2) El objetivo de la autoridad civil es el de servir y promover el bien común, respetando la vida y la dignidad de cada individuo;
3) En este contexto, subrayando la importancia de la democracia, es esencial salvaguardar con la ley a la sociedad del individualismo extremo, de la manipulación por parte de grupos que tienen intereses de parte, de la insensibilidad ante los valores culturales y morales de las tradiciones religiosas;
4) La libertad de religión tiene que garantizarse tanto a los individuos como a las comunidades por parte de las autoridades civiles y religiosas;
5) La relación entre religión y estado debe fundamentarse en la reciprocidad, en el respeto recíproco y en la colaboración;
6) Medidas de ley a favor de determinados valores religiosos son legítimas, cuando se aplican en armonía con los principios de los derechos humanos;
7) Tenemos la obligación moral de dar ejemplo de responsabilidad religiosa en estos ámbitos, y especialmente de educar a las jóvenes generaciones, ya sea recurriendo a los agentes de los grandes medios de comunicación, ya sea a través de los canales educativos convencionales.
IV. La discusión se concentró en la responsabilidad del Estado para garantizar los derechos de todas las comunidades religiosas, prestando particular atención a las necesidades de las comunidades cristianas de Tierra Santa, así como a las necesidades de las comunidades judías en el mundo, facilitando la plena igualdad social y política, sin debilitar las identidades particulares.
Delegación judía
Rabino jefe Shear Yashuv Cohen, presidente de la delegación Rabino jefe Rasson Arussi
Rabino jefe David Brodman
Rabino jefe Yossef Azran
Rabino jefe David Rosen Señor Oded Wiener
Embajador Shmuel Hadas
Delegación católica
Cardenal Jorge Mejía, presidente de la delegación
Cardenal George Cottier, O.P. Obispo Giacinto-Boulos Marcuzzo
P. Norbert Hofmann SDB,
Archimandrita Elias Chacour
Monseñor Pier Francesco Fumagalli
Arzobispo Pietro Sambi, nuncio apostólico