En el marco del 50 aniversario de la Declaración Nostra Aetate, que supuso un giro crucial en la relación entre la Iglesia católica y las demás confesiones, la Comunidad Judía de Madrid organizó el martes 23 de junio, un encuentro para denunciar la persecución que sufren a diario los cristianos en Oriente Medio y África
El presidente de la Comunidad Judía de Madrid, David Hatchwell, mostró su alegría por albergar este encuentro de apoyo a la comunidad cristiana: “Los judíos y los cristianos compartimos valores troncales, por eso tenemos que ayudarnos en los momentos de sufrimiento. Y el pueblo judío no es indiferente al sufrimiento de otros seres humanos. Condenamos a los gobiernos que amparan a terroristas fanáticos, condenamos a todas las personas que odian a los demás por motivos raciales o religiosos y exigimos a nuestro gobierno y responsables políticos de la Unión Europea que proclamen su rechazo absoluto a estos terribles ataques. Que no reciban a regímenes como el iraní que amenaza con aniquilar a otros seres humanos por el hecho de ser diferentes. Y que no apoyen supuestos intentos de deslegitimar a Israel. El único lugar de Oriente Medio donde aumenta el número de cristianos es Israel, el único estado de la región donde la Ley ampara a las minorías”
Mayte Rodríguez, por el Centro de Estudios Judeo Cristiano, agradeció la iniciativa de la Comunidad Judía de Madrid, afirmando que «resulta especialmente emotiva esa cercanía y sensibilidad cuando hace tan solo 70 años, nosotros, los cristianos no tuvimos la misma comprensión. La Declaración Nostra Aetate supuso un giro radical en las relaciones entre judíos y católicos que se mantienen y se han fortalecido en estos años. Con este acto cumplimos las palabras que el Papa Francisco pronunció ante los Grandes Rabinos en su visita a Israel en 2014 cuando aseguró que juntos podemos dar una gran contribución a la causa de la paz; juntos podemos dar testimonio en un mundo que cambia rápidamente el significado eterno del plan divino de la creación; juntos podemos luchar con firmeza contra toda forma de antisemitismo y otras formas de discriminación». Destacó que “hoy podemos experimentar el respeto mutuo y la apertura de espíri tu entre las dos comunidades y ser testigos de Dios en el mundo, y ambas afirmamos que no hay nada que justifique hacer sufrir al prójimo ni permanecer pasivos cuando el prójimo está sufriendo (…) el combate contra la intimidación religiosa y el brutal fanatismo debe ser la tarea común de judíos y cristianos”. Y continuó diciendo: “Este encuentro de hoy demuestra que hay un soplo de esperanza. Vemos que la Comunidad Judía de Madrid, junto con la Iglesia de Madrid, se muestran sensibles a los sufrimientos del mundo cristiano”