Durante los atentados del 7 de octubre perpetrados por el grupo terrorista yihadista Hamás, fueron secuestrados, entre muchos otros, Yardén Bibas, su mujer Shiri Silberman y sus dos hijos, Ariel de 4 años y Kfir, quien todavía no había cumplido los nueve meses. Yarden Bibas fue liberado el pasado 1 de febrero, tras casi 500 días, sin saber dónde estaba su familia ni que sus suegros habían sido asesinados en el ataque del 7 de octubre. El 20 y 21 de febrero, Hamas entregó los cadáveres de su esposa y sus hijos, junto al de Oded Lifshitz, de 84 años, periodista y activista por la paz y uno de los fundadores del kibutz Nir Oz, donde vivían todos ellos. Lifshitz trabajó como voluntario en la organización Road to Recovery, que transporta a niños palestinos enfermos a hospitales en Israel.

La familia Bibas tenía raíces argentinas y peruanas. El padre de Shiri, José Luis Silverman, era argentino. Silverman había sido una de las primeras personas en asentarse en el kibutz de Nir Oz, hace alrededor de 40 años, donde conoció a Margit Shnaider, de origen peruano. Juntos tuvieron dos hijas: Shiri y Dana. La primera de ellas conoció a Yarden, quien trabajaba como soldador y formaron una familia, en la que nacieron Ariel y Kfir.

Desde su secuestro el 7 de octubre de 2023, Shiri Bibas y sus dos hijos se convirtieron en símbolo de la terrible experiencia de los secuestrados de Israel. Organizaciones de Derechos Humanos, gobiernos e instituciones tanto israelíes como internacionales manifestaron su conmoción y pidieron que fueran liberados.

El Centro de Estudios Judeo-Cristianos manifiesta su profundo dolor por el vil asesinato de la familia Bibas y de Oded Lifshitz, así como su repulsa a la macabra y cruel utilización de sus restos en un aquelarre perverso, que siembra la semilla del odio en futuras generaciones. ¡Siempre con el pueblo de Israel!

Rezamos por el pronto regreso de todos los secuestrados.