El domingo 22 de junio, en Siria, un atacante suicida perpetró un atentado dentro de una iglesia llena de gente durante la misa dominical, dejando al menos 22 muertos y 63 heridos. Ningún grupo se atribuyó la responsabilidad de inmediato, pero el Ministerio del Interior sirio afirmó que el sospechoso pertenecía al grupo Estado Islámico, que entró en el templo y disparó contra los presentes antes de inmolarse con un chaleco explosivo.