Entrevista a sor Ionel Mihalovici, Premio Samuel Toledano


El judaísmo, necesario para entender el Evangelio


Sor Ionel MihaloviciSe llama Ionel Mihalovici. Nació en Transilvania (Rumanía), en el seno de una familia judía. Sin embargo, gracias a su infancia en el colegio de Nuestra Señora de Sión, descubrió que su vocación se encontraba en la consagración a Cristo, como religiosa de esta Congregación. Tanto su familia como ella vivieron la segunda guerra mundial en una zona tan peligrosa, para un judío entonces, como era su país natal, y por eso se vieron obligados a exiliarse a Israel. Allí Sor Ionel comenzó su noviciado. Desde el año 1963, España ha tenido la suerte de contar con ella en el Centro de estudios judeo-cristianos, que hoy tiene su sede en la calle Hilarión Eslava, número 50, de Madrid. Allí sor Ionel ha estudiado, publicado diferentes libros, ha impartido e imparte cursos de Biblia, también en diferentes parroquias de la ciudad, y ha dado vida a un Centro que organiza conferencias semanales, seminarios, exposiciones, excursiones, cursos de Hebreo; y cuenta con una completa biblioteca para uso de cualquier investigador.
El próximo 9 de noviembre, en reconocimiento a su vida de investigación sobre las relaciones judeo-cristianas, se le concederá en Jerusalén el Premio Samuel Toledano, un prestigioso galardón que se concede a investigadores y escritores residentes en Israel y España, con obras dedicadas a la historia de los judíos en España y en la diáspora sefardí, y a su patrimonio cultural, así como los que trabajan por las relaciones entre judíos, cristianos y musulmanes en España.

Alfa y Omega ha hablado con ella A. Llamas Palacios

 

Cómo nació la Congregación de Nuestra Señora de Sión?
La Congregación fue fundada en 1842, por dos hermanos judíos de Estrasburgo. El hermano mayor, Teodoro, se hizo cristiano estudiando y buscando, mientras que el hermano menor, que era muy distinto a su hermano, fue por casualidad a Roma, y visitando iglesias un domingo, tuvo una aparición de la Virgen. Entonces él también se bautizó, se hizo sacerdote, y le dijo a su hermano que tenían que fundar, porque había congregaciones con muchos carismas distintos, pero nada en la Iglesia para las relaciones con el pueblo judío; por eso fundaron esta congregación de Nuestra Señora de Sión: para implantar en la Iglesia la relación con el pueblo judío y manifestar el amor de Dios por su pueblo, que nunca ha terminado. Actualmente, la Congregación cuenta con unos 600 miembros, pero estamos todos muy dispersos. Los fundadores querían que estuviéramos en cuantos más sitios posibles.

¿Cuándo y cómo fue su conversión al cristianismo?
En el año 40. Eran los comienzos de la segunda guerra mundial. Los alemanes entraron en mi país en enero del 41; y toda nuestra familia nos fuimos para Israel. Viví en Tel Aviv un año, después inicié el noviciado en Jerusalén. Y más tarde estuve un tiempo en Egipto, en un colegio. Desde el año 63 estoy aquí, en España.

¿Cómo supo su familia que debían ustedes huir de Alemania?
Se veía. La gente que estaba un poco atenta se daba cuenta. Mi padre tenía una sociedad de transporte internacional con mis tíos, y por eso
sabían cómo estaba la situación.

¿Y cómo se tomó su familia su conversión, su paso al cristianismo?
Mi familia no era muy practicante, y tenía la teoría de que cada uno tenía que hacer su vida y ser felices. ¡Hombre! no saltaron de alegría, pero dijeron que tenía que seguir mi camino. De hecho, tengo muy buenas relaciones con mi familia, paso los veranos con ellos, en Israel.

¿En qué se ha centrado su estudio sobre las relaciones judeocristianas?
He tocado muchos temas de las raíces judías: Jesús como hombre judío, el judaísmo en el tiempo de Jesús. Explico a los cristianos cómo podemos comprender mejor el Evangelio conociendo el judaísmo, pues el Nuevo Testamento está escrito con la mentalidad de aquel tiempo..., y conociendo la exégesis judía, se comprende mucho mejor. Últimamente, he hecho un trabajo sobre las fiestas judías en el Talmud y en la tradición, la raíz de nuestras fiestas; también un trabajo sobre las raíces judías de la liturgia cristiana, que va a publicarse en nuestra revista El Olivo.

¿Qué siente ante la entrega de un premio como el Samuel Toledano?
Samuel Toledano era una gran personalidad de la comunidad judía en España. Era brillante, participó mucho en los medios de comunicación, y sobre todo con nosotros, y en las relaciones judeocristianas. Cuando falleció, su familia instituyó un Premio que dan todos los años en Israel a investigadores y escritores residentes en Israel y en España, con obras dedicadas a las relaciones judeocristianas. Como se da solamente a personas, y no a instituciones, no se lo podían dar al Centro como tal, y me lo dieron a mí para ayudar a la institución.

¿Qué piensa un judío de Jesucristo?
Que es un gran sabio, un gran rabino. Hay profesores, como David Flusser, que acaba de morir, que era un hombre muy sabio y un judío muy practicante, y tenía por la figura de Jesús un gran amor. Precisamente escribió un libro que se llamaba Jesús en sus palabras y en su tiempo, traducido en Ediciones Cristiandad, y se comprende mucho mejor la persona de Jesús conociendo el judaísmo que Él mismo vivió, el mundo y la historia a la que perteneció. El Papa ha subrayado mucho estos aspectos. Este Papa es extraordinario en las relaciones judeocristianas. Es el primer Papa, después de 2000 años, que ha visitado una sinagoga.

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