LunMar04

Video de la Conferencia

http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=TbA6bOkuT18

11 de marzo, 19.30 horas

Palacio de Cañete (Mayor, 69) acceso gratuito hasta completar aforo

El Centro de Estudios Judeo-Cristianos continuando en su labor de promover y fomentar el dialogo y la difusión de la cultura judía desde el afecto y el respeto, para promover la convivencia y el conocimiento mutuo entre judíos y cristianos en colaboración con el Centro Sefarad-Israel, les invita al acto del próximo día 11 de Marzo.

Con motivo del 50º Aniversario del Concilio Vaticano II, y la promulgación de la Declaración Nostra Aetate, se mantendrá un diálogo acerca de la convivencia entre culturas y entre credos con los siguientes protagonistas:

 

Rabino Baruj Garzón, docente e investigador y anterior Rabino Jefe de la Comunidad Judía de Madrid y ex Director del programa TVE “Shalom”.

Hermano Elio Passeto, Delegado para Europa e Israel de la Congregación de Nuestra Señora de Sion y Superior de esta Congregación en Jerusalén, especialista en el comentario de Rashi, literatura rabínica y los primeros escritos cristianos.  Actualmente es Profesor en el Centro Cristiano de Estudios Judíos (São Paulo - Brasil). Director del Departamento de Español y de Francés en el Centro de Formación Bíblica en Jerusalén y miembro de la Dirección del Centro de Estudios Judeo-Cristianos (Madrid - España).

 

 

Hno. Elio Passeto   Capilla N.S.Sion Madrid  Rabino Baruj Garzón

      

LunJun18

 

SALUDO DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
UNA DELEGACIÓN DEL CONGRESO JUDÍO LATINOAMERICANO

 

Sala de los Papas Jueves 10 de mayo de 2012


Queridos amigos judíos:
Mucho me complace dar la bienvenida a esta delegación del Congreso Judío Latinoamericano. Nuestro encuentro es particularmente significativo, pues ustedes son el primer grupo que representa a organizaciones y comunidades judías en América Latina con el que me he encontrado aquí en el Vaticano. En toda Latinoamérica hay comunidades judías dinámicas, especialmente en Argentina y Brasil, que viven junto a una gran mayoría de católicos. A partir de los años del Concilio Vaticano II, las relaciones entre judíos y católicos se han fortalecido también en su región, y hay diversas iniciativas que siguen profundizando la mutua amistad.
Como ustedes saben, el próximo mes de octubre se celebra el cincuentenario del comienzo del Concilio Vaticano II, cuya Declaración Nostra Aetate sigue siendo la base y guía en nuestros esfuerzos por promover mayor comprensión, respeto y cooperación entre nuestras dos comunidades. Esta Declaración no sólo asumió una neta posición contra toda forma de antisemitismo, sino que sentó también las bases para una nueva valoración teológica de la relación de la Iglesia con el judaísmo, y manifestó su confianza en que el aprecio de la herencia espiritual compartida por judíos y cristianos llevaría a una comprensión y estima mutua cada vez mayor (n. 4)
Al considerar el progreso adquirido en los últimos cincuenta años de relaciones judeo-católicas en todo el mundo, no podemos por menos que dar gracias al Todopoderoso por este signo evidente de su bondad y providencia. Con el crecimiento de la confianza, el respeto y la buena voluntad, grupos que inicialmente se relacionaban con cierta desconfianza, se han convertido paso a paso en socios de confianza y amigos, buenos amigos incluso, capaces de hacer frente juntos a la crisis y superar los conflictos de manera positiva. Ciertamente, aún queda mucho por hacer en la superación de los lastres del pasado, en el fomento de mejores relaciones entre nuestras dos comunidades, y en la respuesta a los desafíos que afrontan cada vez más los creyentes en el mundo actual. Sin embargo, es un motivo para dar gracias el que estemos comprometidos a recorrer juntos el camino del diálogo, la reconciliación y la cooperación.
Queridos amigos, en un mundo cada vez más amenazado por la pérdida de los valores espirituales y morales, que son los que pueden garantizar el respeto de la dignidad humana y la paz duradera, un diálogo sincero y respetuoso entre religiones y culturas es crucial para el futuro de nuestra familia humana. Tengo la esperanza de que esta visita de hoy sea una fuente de aliento y confianza renovada a la hora de afrontar el reto de construir lazos cada vez más fuertes de amistad y colaboración, y de dar testimonio profético de la fuerza de la verdad de Dios, la justicia y el amor reconciliador, para el bien de toda la humanidad.
Con estos sentimientos, queridos amigos, pido al tres veces Santo que les bendiga a ustedes y a sus familias con abundantes dones espirituales, y que guíe sus pasos por el camino de la paz.
Shalom elichém.

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