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Nuestra Circular cumple 200 números

Queridos amigos y socios del Centro de Estudios Judeo-Cristianos: estamos encantados de presentarles la CIRCULAR número 200 del nuestro Centro. Damos gracias a Dios por estos años de actividad en que este medio de comunicación transmitió el mensaje del Centro de Estudios. La Circular, comenzó su primera edición en enero de 1972, donde se celebraba ya 10 años de existencia de la Amistad Judeo-Cristiana en España. Recordamos que la Amistad Judeo-Cristiana, tuvo su inicio en 1963, cuando se respiraba el espíritu esperanzador del Concilio Vaticano II y la Circular, junto con el Centro de Estudios Judeo-Cristiano, fueron una expresión pionera de la Iglesia de España, realizado y desarrollado por las Hermanas de Nuestra Señora de Sión.
Los números iniciales de la Circular fueron marcados por la valentía de los pioneros que participaron en esta labor desde el Centro de Estudios Judeo-Cristianos. En aquel momento, las informaciones sobre la relación con el judaísmo estaban en sus comienzos, eran tímidas, pero llenas de convicción y certeza de que la fe cristiana estaba redescubriendo sus raíces, reencontrándose así con el entorno en el que nacieron y vivieron Jesús, los Apóstoles, Maria y la iglesia primitiva. Las semillas de este inicio de actividades con el transcurso del tiempo se han visto que fueron las mejores; crecieron, dieron sus frutos y estamos celebrando el número 200.
En abril de 1992, se publicó el número 100 de la Circular. Este número traía una carta de declaración del Arzobispo Ramón Torrella, a la Conferencia Central de Rabinos Americanos (23/3/1992), este documento valdría la pena ser leído en su integridad, es una declaración llena de enseñanzas para hoy, cito unas pocas frases:
Decía el Arzobispo: “Para valorar la extraordinaria importancia de este hecho, basta cambiar la segunda cifra de este año y, en lugar 1992, leer 1492.
No creo que haga falta recordar los tristes acontecimientos de aquella fatídica fecha. Nos encontramos aquí por esta razón.
El hecho que hoy celebramos este encuentro puede darnos la medida no sólo, ni principalmente, del tiempo transcurrido, sino de los cambios que estamos presenciando en las relaciones entre judíos y cristianos.
El año de 1992 debería ser un año de teshuva para los cristianos y particularmente para los cristianos de España. Pero también, al mismo tiempo, un año de alegría. Teshuva de hecho no destruye, sino que libera, gracias a la misericordia del Señor y a la disposición de nuestros hermanos para la reconciliación...”
Celebrando ahora el número 200, con 42 años de historia, que puede parecer un corto periodo, pero lleno de avances y descubrimientos en relación con el judaísmo. Hacemos en este número memoria de tantas personas tan dedicadas y leales que nos precedieran y que hicieron posible nuestro presente: menciono a Sor Esperanza que fue la base de esta gran empresa, tanto por su trabajo como por su visión de futuro; luego fue Sor Ionel con su dilatado trabajo y que sigue hoy día muy de cerca las actividades del Centro.
En estos años que siguieron al Concilio Vaticano II, la Iglesia ha dado grandes pasos, ha producido muchos documentos relacionados con el judaísmo, pero sigue existiendo una gran ignorancia por parte de los cristianos de sus orígenes y de su relación con el judaísmo. Este número 200 marca esta gran historia ya hecha y apunta a la necesidad de mantener el mismo espíritu pionero en los principios de la Circular, destacando la necesidad de concienciación de los cristianos de sus raíces y llamar a la responsabilidad, a la luz de las enseñanzas del Concilio Vaticano II, de la importancia para el cristiano de entender el lugar del pueblo judío en el plan de la salvación y de la propia encarnación y que la relación con el judaísmo, es una relación intrínseca que pasa por el interior mismo del misterio de la Iglesia.     
Elio Passeto, nds
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